martes, 13 de agosto de 2013

“En el camino del guerrero, depende de ti discernir cuáles hebras fueron tejidas por manos divinas y cuáles por manos humanas. Cuando comienzas a distinguir la diferencia, te conviertes en un txucarramae, un guerrero sin armas. Los hilos tejidos por manos humanas están vivos con vestigios de su espíritu. Estas manos crean todo tipo de cosas. Nuestras manos y nuestros pensamientos crean muchas cosas para defendernos del mundo externo. Cuando descubres lo que has estado haciendo con tu vida y cómo es que danzas a través del mundo, poco a poco vas soltando tus armas, esas creaciones hechas para matar creaciones. De repente, descubres que cuando dejamos de crear enemigos, extinguimos la necesidad de las armas” 

No hay comentarios:

Publicar un comentario